La implantación de un programa CRM responde a una necesidad básica de cualquier empresa: una gestión impecable de la relación con sus clientes le asegura una mayor estabilidad.
La administración de relaciones con los clientes (CRM) le ayuda a reducir costos y aumentar la rentabilidad, al organizar y automatizar los procesos de negocio que promueven la satisfacción y fidelidad del cliente en los campos de ventas, marketing y servicio al cliente. Las soluciones CRM pueden entregar retorno de inversión mediante la automatización de marketing, servicio al cliente y la automatización de la fuerza de ventas.
La decisión de implantar una solución de CRM es un paso estratégico que pretende centrar toda la actividad de la empresa en las necesidades del cliente. Las compañías están cambiando el modelo de negocio porque su futuro depende de:
- Su capacidad de analizar las preferencias de los clientes.
- La planificación de la producción en función de la demanda del mercado.
- Sus posibilidades de comercializar sus productos o servicios a los clientes adecuados y de la forma más eficiente.
Todavía existen gran cantidad de compañías en las que toda su actividad gira entorno a los productos y a las ventas, así que el concepto de cliente es algo volátil y circunstancial. Además, en muchos casos, la mala gestión provoca que las expectativas sobre los resultados que se alcanzarían dejen una sensación de fracaso.